Luly (by ProfHelix24)

Por Rodrigo Molina @Rodmol7) / Ilustrations by @ProfHelix24)

Conocí a Luly Riquelme hace más de diez años, y de inmediato me llamó la atención por su fútbol ofensivo, frontal e incisivo. Desde Ada Cruz y Valeska Arias que no contemplaba a una futbolista femenina con tanta hambre de gol, con un instinto goleador innato, con la mirada fija en el arco contrario. Marcó el que, a mi parecer, es el gol más bello que he visto cubriendo fútbol femenino como periodista, cuando en una fría noche de domingo, en Peñalolén, se sacó a cuatro defensas de Santiago Morning en un metro cuadrado, ingresó al área y le dobló los dedos a la portera del Chago con un tremendo zurdazo al ángulo, junto al primer palo, donde las arañas tejen su nido.

Porque Luly es así, y fue así siempre en la Unión Española, en Everton y en Palestino. Y fue aquí en este último club donde, gracias al apoyo y consejos del profesor Claudio Quintiliani, Luly sacó a relucir otra faceta más importante aún, la de ser una líder positiva, con fuerte carácter y personalidad, pero nunca perdiendo su chispa personal, guiando a sus compañeras en el campo de juego, un grupo de guerreras que lo dio todo siempre en cualquier gramado de nuestro país.

Nunca entendí porque Luly nunca tuvo una chance en la Selección Chilena Femenina. Tal vez nunca fue del gusto de José Letelier, que tiene otra mirada y otras preferencias.

Me puso feliz saber en el día de hoy que Luly firmó por el campeón actual del Fútbol Femenino Chileno, la Universidad de Chile. Un gran salto de calidad, sin desmerecer a los demás equipos. Porque para mí, Luly está entre las 10 mejores jugadoras en la historia del FutFem nacional, porque ha rendido donde ha estado, y porque, de alguna u otra manera, no se le ha valorado como ella se merece. Ahora, ojala, te podamos ver vistiendo la Roja Femenina.

Suerte y éxito, Verónica Luly Riquelme.