Bélgica ganó 3-0 en su debut ante una débil selección panameña, mientras que Túnez venía de perder en el último minuto ante Inglaterra por 1-2.

En los segundos partidos de los grupos la presión siempre existirá ya que uno necesita ganar para asegurar el paso a octavos de final y otro lo necesita para seguir con vida en la Copa del Mundo.

El cuadro de Roberto Martínez saltó a la cancha con un 3-4-3 siendo la velocidad y desequilibro sus principales armas. Además, un conjunto europeo que maneja la filosofía de atacar, partiendo desde la defensa. “Les diables rouges” hizo notar su poderío ofensivo al minuto 5 cuando Meunier, Hazard y Mertens se asociaron siendo el hombre del Chelsea al que le convierten el penal. No falló desde los 12 pasos y abrió la cuenta “Duke”.

El tridente Mertens-Lukaku-Hazard se intercambiaba las posiciones para desencajar marcas y complicar a Túnez. El segundo gol llegó al minuto 16’ cuando Mertens asistió a Lukaku en un poderoso contra golpe gestado por el hombre del Napoli. Bélgica era amplio dominador del partido. La defensa Alderwireld-Boyata-Vertonghen presionaba arriba y defendían lejos del arco cuando Bélgica se mandaba al ataque.

No obstante, al minuto 18 llegó el descuento a través de un lanzamiento libre que tiró el mejor jugador que tuvo Túnez en el partido, Khazri. Centro y cabezazo del lateral derecho Bronn para derrotar a Courtois. El partido siguió el mismo tramo, Bélgica dominando en todos los sectores del campo. Los volantes defensivos Witsel y De Bruyne presionaron, armaron el juego, recuperaron balones y se intercambiaban las posiciones. Cuando uno atacaba el otro se quedaba con la defensa y así llegó el tercer gol con una asociación entre el hombre del Manchester City, Meunier y Lukaku para definir. Terminó 3-1 el primer tiempo.

Comenzó el segundo tiempo y al minuto 51 Hazard recibe un pase largo, se saca a Ben Mustapha y convierte el cuarto gol. El gol fue clara demostración que Bélgica necesitó ser un equipo largo para aprovechar la velocidad que tuvo arriba.

Para asegurar el medio campo y no perder posesión de balón, Roberto Martínez saca a Lukaku e ingresó Fellaini quedando 3-5-2 con Hazard y Mertens arriba. Pasaba el tiempo y los extremos de Bélgica -Carrasco y Meunier- lograban mayor protagonismo. Llega el cambio de Batshuayi por Hazard y el cuadro de Martínez siguió siendo un equipo molesto, no se cansaron de correr y de generar ocasiones. Uno, dos, tres y hasta cuatro intentos tuvo Batshuayi para convertir el quinto, pero un palo y una atajada extraordinaria de Ben Mustapha le prohibieron celebrar hasta el minuto 90. Recibe el hombre de Chelsea tras marcar la diagonal y convierte con la izquierda. Fiesta de Bélgica, show, locura. El descuento llegó a través de Khazri que fue el mejor jugador de Túnez. Cinco a dos y fin del partido.

Bélgica mostró ser un equipo sólido en todas las líneas. Le gusta atacar, los defensas cortan cancha y reducen espacios para presionar más arriba. Medio campo letal, De Bruyne y Witsel recuperaron balones tanto en campo propio como en contrario. Laterales/volantes protagonistas como se requiere el fútbol moderno, Carrasco y Meunier participaron en goles y jugadas importantes. Delanteros rápidos, letales en contra golpe, corren todo el eje de ataque, entienden las diagonales y buenos en el mano a mano. EQUIPAZO.

Foto: El Comercio