El mejor partido de octavos. Bélgica anduvo bien en fase de grupos, pero había que medirlo ante un rival de verdad, pues ni Panamá ni Túnez eran contrincantes de buen nivel y ante Inglaterra especuló guardando a sus principales figuras.

Japón fue el mejor equipo representando al continente asiático. Victoria ante Colombia, empate ante Senegal y Polonia. Segundos del grupo con gran muestra de fútbol.

Primeros minutos del partido y Japón mostró sus calidades físicas y futbolísticas. Presión alta arriba para provocar errores defensivos por parte de Bélgica, lo mejor fue que le funcionó. Dos errores en la salida en el cuadro de Martínez debido a la presencia de Inui y Haraguchi por las bandas, imitando lo que hizo Serbia ante Brasil en fase de grupos. Hasebe cumplió nuevamente cuando Japón dominó porque se metió entre los centrales, fue la primera salida, asistió y organizó desde atrás.

Fue Japón quien dominó el amanecer del partido. De Bruyne y Hazard estuvieron totalmente marcados. El conjunto dirigido por Akira Nishino marcó individualidades, bloqueó receptores en la salida. En defensa tenían que estar sólidos y Yoshida se lució, ganó todos los duelos que peleó ante Lukaku.

Bélgica respondió con repliegue y formó línea de 5, bajó Meunier y Carrasco. Courtois se vio obligado en sacar fuerte y arriba, sin embargo, esto duró unos minutos. Durante el transcurso del partido los centrales cortaron cancha, achicaron espacios para que el rival no pueda salir. Meunier y Carrasco se sintieron más cómodos y comenzaron a dar amplitud.

Japón mostró ser uno de los equipos que mejor circulaba el balón dentro del campo de juego, la mayoría de los pases hacia adelante y todos los balones con sentido. Siempre un hombre libre. Así que quedó demostrarlo en el marcador y con un gran pase de Shibasaki, Haraguchi abrió la cuenta a los 48. Cuatro minutos después, Shinji Kagawa arrastró dos marcas para asistir a Inui -que apareció solo- y éste que sacó un balón que se clavó en el arco de Courtois. Dos cero y Bélgica no respondía ante las expectativas.

Pasaron los minutos e ingresó Fellaini para que De Bruyne esté libre de marca. El hombre de Manchester United entró con una doble función: ganar juego aéreo y cuando Bélgica esté defendiendo, cubrir el medio campo. Tarea cumplida.

Minuto 69 y Bélgica se encontró con golpe de cabeza por parte de Vertonghen que fue resultado de una mala salida de Kawashima. Desconcierto para el arquero nipón. Cinco minutos más tarde, Fellaini marca de cabeza el empate, hecatombe defensiva por parte de los asiáticos. Juego aéreo fue la herramienta necesaria para que Bélgica empate.

En los últimos momentos, Japón se volcó en ataque con protagonistas como Inui y Kagawa. Tiro de esquina al minuto 94, la toma Courtois, se le da a De Bruyne y éste que corre toda la cancha con balón, diagonal de Lukaku para marcar el pase que finalmente queda en pies de Meunier para asistir a Chadli -que ingresó al minuto 65 por Carrasco- y sentenciar el triunfo belga. Contra letal. De Bruyne con espacios hace un desastre, al igual que en Manchester City.

El cuadro oriental se va con honor de la Copa del Mundo. A Bélgica lo espera Brasil en lo que promete ser un partidazo.

Foto: Getty Images.