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COLUMNAS

Columna: Bastaron solo cuatro fechas…

Por Rodrigo Molina.

Debo ser hidalgo en reconocer que esta columna debí haberla redactado, en un principio, cuando se jugó la primera fecha, pero pensé que mejor necesitaba esperar a que transcurrieran algunas fechas más para realizar un adecuado análisis de la realidad de la Primera División Femenina de Chile en el inicio de la temporada 2023.

“Voy a esperar que se juegue el Superclásico Femenino”.

La primera conclusión a la que llegué fue que me bastaron cuatro fechas para reafirmar mi idea de que, competitivamente, seguimos en franco retroceso. Hace siete años eran cuatro los equipos los que luchaban por el título de campeonas. El año pasado, la cifra bajó a tres elencos, pese a la espectacular campaña de Fernández Vial. Hoy nos damos cuenta que, pese a la campaña operacional de algunos medios que pretenden mostrar a este torneo 2023 como el más competitivo en años, la realidad nos muestra que solo dos equipos, que están dos o más peldaños arriba que el resto, van a luchar por coronarse como reinas del futfem nacional: Universidad de Chile y Colo-Colo.

Que podemos opinar del resto de las 12 participantes. Equipos que se han despotenciado, otros que han incorporado jugadoras, pero que, futbolísticamente, han mostrado muy poco, otros elencos que están realizando una campaña digna, pero que son una incógnita, y otras ramas cuyos primeros equipos están haciendo una campaña más que desilusionante, y están candidateándose para irse a la B en forma muy decidida.

No me voy a referir al tema de la Ley de Profesionalización y si los clubes están cumpliendo o no. Este análisis es netamente futbolístico.

A MUCHA DISTANCIA DEL RESTO.

Universidad de Chile y Colo-Colo jugaron un muy buen partido el domingo pasado, y si eres un espectador neutral, te habrás dado cuenta que ambas oncenas le han sacado muchos metros de distancia al resto de las participantes. Juego a ras de piso, con un ritmo y velocidad mayor, con asociación permanente entre sus líneas, transición de defensa a ataque y viceversa, claridad en los pases cortos y largos y técnica en el dominio y traslado del balón. Los dos primeros goles marcados por la U son un reflejo de esta lógica: técnica en velocidad, triangulación en el armado de la jugada y capacidad de definir con claridad y justeza.

La U ganó el superclásico porque su DT, Nicolás Bravo, tuvo una mejor lectura del partido que su colega Albo Luis Mena. Fue clave situar a Ana Gutiérrez y Llanka Groff como “doble 6′ para contener a las armadoras ofensivas de las albas y, especialmente, anular a una Paloma López que lisa y llanamente, no existió en La Florida. A su vez, fue determinante el haber aprovechado la velocidad de sus aleras Rebeca Fernández y (en especial) Daniela Zamora, para mí la mejor figura del partido, para abrir forados en la defensa alba, sobre todo por las laterales Álvarez e Hidalgo. Igualmente, el haber situado a Bárbara Sánchez unos metros más atrás, como una especie de “9 falsa”, fue primordial para la construcción de juego ofensivo en base a triangulaciones y pases cortos. Colo-Colo vino a reaccionar con los ingresos de Michelle Olivares y Yastin Jiménez, pero con un 0-3 en contra, con los contragolpes azules que obligaron a Ryann Torrero a realizar tapadas sucesivas para evitar la goleada en contra, y con un ataque que nunca se encontró en el gramado (en especial Ysaura Viso, de bajísimo nivel), las albas no tuvieron más alternativa que aceptar la derrota.

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Colo-Colo, hasta antes del domingo, había evidenciado un gran nivel y se mostraba como un equipo casi perfecto, pasando por encima de sus rivales. Sin duda que la derrota ante la U marcará una introspección y una reflexión sobre su rendimiento en cancha, donde será determinante la unión de grupo para recuperar las confianzas en el juego antes mostrado.

EL CHAGO FEMENINO VA SEGUNDO, PERO…

Santiago Morning marcha segunda en la tabla de posiciones, pero su realidad es muy diferente a la de años anteriores donde se mostraba como la tercera grande del fútbol femenino chileno. Hoy en dia, la realidad del cuadro dirigido por Paula Navarro es muy diferente a la de años anteriores, dónde evidenciaba solidez frente a sus rivales, algo que en la misma transmisión de su partido ante Cobresal hicieron hincapie, señalando, como ejemplo, que hace dos años golearon a las legionarias por más de diez goles, y ahora no pasaron de un empate 2-2.

Lo que si es cierto es que el cuadro femenino autobusero se despotenció. Ya no están jugando en la V negra varias de sus atacantes. Fernanda Araya volvió a la U, mientras que Yenny Acuña, Isidora Hernández y Rosario Balmaceda partieron a jugar al extranjero. Igualmente hubo una sangría importante en el medio juego, Cristina Julio ahora está en Coquimbo, Nicole Fajre en la U.de Chile y Laura de la Torre en Brasil. A ellas hay que sumar a Mary Valencia, gravemente lesionada de su rodilla en febrero.

En este comienzo de temporada hemos percibido dos realidades diferentes en el Chago Femenino que juega con un sistema 4-3-3. Un poder ofensivo interesante, con dos delanteras, Melissa Bustos y Valentina Navarrete, atacando por las bandas, y una centrodelantera neta como Camila Pavez, contando con la colaboración, en cuanto a creación de juego, tanto de Naiara Kapstein como de Ámbar Figueroa, siendo ésta la mejor figura de las bohemias hasta el momento. La volante sub 17 se ha destacado por su desdoblamiento ofensivo en el campo de juego, siendo vital en tres cuartos de cancha, haciendo el enlace entre mediocampo y ofensiva, destacando también por su traslado del balón y su juego aéreo.

Sin embargo, en materia defensiva, Santiago Morning ha mostrado muchos ripios e inseguridades. Ha recibido dos goles en contra en cada partido que ha jugado, no está presente Ámbar Soruco que le podría dar mayor seguridad por los laterales, defensas como Bárbara Muñoz y Su Helen Galaz no han mostrado el gran nivel de otras temporadas, y ha sido claramente insuficiente el estar jugando con una sola jugadora en contención, a veces Daniela Pardo, a veces Marcela Pérez y algunos minutos Sofía Hartard, lo cual marca un déficit en cuanto a la cobertura de espacios y resguardo en la zona media ante ataques rivales.

Lo positivo es que Santiago Morning ha dado tiraje a la chimenea en esta temporada. Además de Ámbar, han tenido minutos Monserrat Hernández, Paulina Cárdenas, Javiera Henríquez, Javiera Ramírez, Renata Cortez y María Salinas, entre otras jugadoras. Es de esperar que las últimas jugadoras incorporadas, la portera uruguaya Florencia Leiva y la brasileña Thayla Sousa, le otorguen más peso al cuadro surgido en la comuna de Recoleta.

EL NORTE QUIERE TENER SU LUGAR ENTRE LAS MEJORES.

Ha sido grato presenciar el buen nivel que nos han mostrado los clubes femeninos del Norte en el comienzo del Torneo, ocupando, actualmente, los lugares 4°, 5° y 6°.

Deportes Antofagasta, de la mano de su DT Angie Vega, comenzó con una derrota en Coquimbo, pero con el correr de las fechas, fue mostrando una positiva evolución en su juego, obteniendo tres triunfos consecutivos, destacando su reacción ante Palestino, pasando de un 1-3 en contra a ganar por 4-3.

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Importantes han sido para el andamiaje puma, los arribos de Lesly Olivares y de la colombiana Tatiana Ariza, seleccionada de su país, los cuales le han otorgado mayor peso ofensivo al elenco antofagastino. Con el correr de los encuentros, la DT Vega ha realizado cambios sustanciales en la oncena, no trepidando en sacar de la titularidad a jugadoras como Ianna Jeraldo, Valentina Contreras y Sara Pulecio, dándole más minutos en el mediocampo a Laura Marcela Ramírez y mayor importancia a Scarleth Díaz y a María Leal, destacadas por su polifuncionalidad y dinamismo.

En Coquimbo Unido se ha reafirmado la idea de conformar un equipo con experiencia y equilibrio. A verdaderas referentes piratas como Carol Ardiles, Waleska Campusano, Milenka Gavilán o Javiera Blanco, más el poder ofensivo de Natsumy Millones, se unieron refuerzos importantes como la volante María Cristina Julio (ex Santiago Morning), las ex serenenses Elena Cortés y Valery Otárola, la ex Everton Claudia Maturana y la atacante argentina Priscila Ellena, ex jugadora de Godoy Cruz.

Dentro de los objetivos propuestos por el elenco dirigido por Ignacio González está hacerse fuerte como locales en el Complejo Las Rosas y obtener el máximo de puntaje jugando como visita. Hasta el momento han sumado 9 puntos, producto de tres triunfos. La única derrota fue ante la U por 0-7, en donde quedó evidenciada la diferencia entre un equipo consolidado y otro acomodándose a la realidad de una división superior. Lo que más se destaca en las coquimbanas es el énfasis que le dan a la posesión del balón y los diversos ritmos que dan en su traslado y en la generación de pases.

En cuanto a Deportes Iquique, si bien es cierto que poseen un plantel inferior en cuanto a nombres si lo comparamos con el 2022, la importancia que el DT David Mir le otorga al juego colectivo suple cualquier falencia. El fuerte de las iquiqueñas es el mediocampo, donde la venezolana Daisy Cegarra se ha convertido en una verdadera aduana, y en donde tanto Kathalina Guerrero, por la derecha, y Katerin Cubillos, por la izquierda, generan juego y transitan en forma permanente entre mediocampo y ofensiva. En cuanto a resultados, las iquiqueñas vienen de obtener dos triunfos consecutivos y sacaron un empate in extremis ante Audax, pero se vieron claramente superadas ante un Colo-Colo evidentemente superior y que no las dejó respirar en el Monumental.

NO FUE UNA GUERRA, FUE UN BODRIO.

Después del superclásico, el partido más esperado de la Fecha 4 del Torneo fue el compromiso entre Palestino y Universidad Católica. A priori, se esperaba un duelo entre dos ramas femeninas que son favoritas para clasificar a las siguientes fases por el título, y muchos esperaban un partido apasionante. Sin embargo, lo que se vio el domingo al mediodía debió haber estado ocupando el podio de los partidos más mediocres en la historia del fútbol femenino ANFP. Dos rivales sin calidad de juego, sin peso ofensivo, sin fondo físico, con evidente temor a poseer la tenencia del balón, jugando al pelotazo a lo que salga, y con la incapacidad de generar una ocasión de gol. En 90 minutos, hubo solo dos situaciones claras para abrir la cuenta, y el gol fue una virtud de Valentina Montenegro que contó con la complicidad de la portera cruzada Ignacia Bustos que dejó pasar el balón literalmente. Solo la palestinista Ivette Olivares insinuó algo distinto en la generación de juego, sin éxito. Al parecer, ambos equipos se propusieron maniatar al rival antes de exhibir un fútbol grato a la vista.

A principios de año, ambos clubes se propusieron ser protagonistas de la temporada. Palestino reincorporó jugadoras como Luly Riquelme, Nicole Gutiérrez o Nicole Cornejo, y se reforzó con buenas jugadoras como Rachel Padrón, Tamara Mansilla o la antes referida Montenegro, además de mantener la columna vertebral del 2022. Las “Tinas” han realizado muy buenos primeros tiempos, enfatizando el juego ofensivo, la transición entre sus líneas y profundidad en los pases largos. Sin embargo, en los segundos tiempos ese poder se agota, y apreciamos cansancio en las jugadoras después de los 75′, lo cual fue obstensible sobre todo ante Antofagasta.

Por su parte, la Universidad Católica se ha reforzado con jugadoras con campañas pasadas sobresalientes, como las ex vialinas Camila Guzmán, Ignacia Bustos, Ninoska Lecaros y Bárbara Koster, la ex Palestino Emilia Pastrián y la goleadora de O’higgins Thiare Parraguez, pero ha demostrado ser un equipo de reacción más que de acción, y, en tres de los cuatro partidos jugados, las cruzadas se han visto superadas en los primeros 45′, exhibiendo demasiados ripios defensivos en los primeros tiempos, pero un muy buen juego ofensivo en los segundos lapsos, con sintonía fina entre mediocampo y ofensiva, atacando en bloque tanto por las bandas como por el centro, destacando la calidad enorme en la construcción de juego de Millaray Cortés que, empero, sucumbió ante la marca escalonada del cuadro palestinista el fin de semana pasado. En La Cisterna, las ideas del DT español Ángel Hualde estuvieron ausentes, a tal punto que, en 90 minutos, el equipo femenino cruzado no se procuró ninguna ocasión de gol. La ausencia de Titi Parraguez, lesionada de meniscos, también ha perjudicado el andamiaje cruzado en ofensiva.

Al finalizar el partido, el DT de Palestino, Claudio Quintiliani, declaró a nuestro sitio web amigo Pasión de Hincha que el partido ante la UC “era una guerra”. Bueno, reconociendo la sabiduría, experiencia y conocimientos de Claudio en el fútbol femenino, el partido del domingo no alcanzó ni para escaramuza, y que el gramado de La Cisterna, por el temor a perder de ambas contrincantes, estuvo lejos de ser un campo de batalla. “El fútbol es hermoso”, decía Néstor Retamar, DT de Atlas, de la Primera C de Argentina, el fútbol no es un conflicto bélico, y a veces “jugar a la guerra”, como decían Los Prisioneros, no resulta en el fútbol femenino, pero bue…, cada maestro con su libro.

IRREGULARIDAD AL SUR DE SANTIAGO.

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Audax Italiano tuvo un muy buen comienzo de torneo, sacando 4 puntos de 6 posibles en los dos primeros partidos, y jugandole de igual a igual a Santiago Morning, mereciendo a lo menos un empate. Su DT, Macarena Deichler, apostó por un equipo joven y dinámico, con desdoblamiento de funciones y gran despliegue de sus jugadoras, facilitando la transición y la asociación entre líneas. Sus referentes son otras jugadoras, como la portera Jacqueline Montes o la lateral Catalina Lobos, que están llamadas a encabezar un proyecto que pretende mejorar lo realizado en el 2022, en donde finalizó en el 7° lugar.

Sin embargo, la aplastante derrota 1-5 ante Fernández Vial volvió a renacer los fantasmas de algunas actuaciones de temporadas pasadas, en donde la desconcentración, la falta de comunicación y la desconexión entre defensa y mediocampo, abrieron forados que sus rivales aurinegras aprovecharon de gran manera.

Cobresal, por su parte, tuvo la mala suerte de comenzar la temporada contra un Colo-Colo arrollador y superior en todas sus líneas. Las “legionarias” que juegan en Puente Alto requirieron de dos fechas para volver a adaptarse a la realidad de la Primera División Femenina, lo cual se tradujo en dos derrotas y sin marcar goles a favor.

Sin embargo, ya en la tercera fecha comenzaron a evidenciarse los primeros frutos del trabajo técnico de la DT Mónica Ledezma. Un equipo con mayor concentración y aplicación defensiva, apostando a presionar la salida del rival y a la marca personal. Fundamental en el nuevo andamiaje ha sido la llegada de la ex iquiqueña Daniela Muñoz, quien ha puesto toda su experiencia al servicio del cuadro cobresalino. En ofensiva, las cobresalinas han apostado al contragolpe, con la goleadora Aracely Tapia como punta de lanza. La oriunda de La Pintana ha comenzado a mostrar sus dotes goleadoras y ya lleva tres conquistas. También han destacado las muy buenas actuaciones de la portera, ex vialina, Macarena Vergara.

VICISITUDES EN LA OCTAVA REGIÓN.

Cuando se inició la temporada 2023, nadie pensó que, transcurrida la cuarta fecha, foreras y aurinegras tendrían el mismo puntaje, yendo de la mano en los últimos lugares de la tabla. La Universidad de Concepción comenzaba el año de manera rimbombante, incorporando a sus filas a un gran refuerzo internacional, la volante argentina Camila Gómez Ares, proveniente de Boca Juniors. Camila iniciaba su periplo en el Campanil de una manera espectacular, marcando cuatro goles a Puerto Montt. La volante argentina destacaba por su gran técnica en velocidad, dominio del balón, fortaleza física y despliegue ofensivo, dotes que hacían soñar a la hinchada forera con una gran campaña en este torneo.

Sin embargo, una gran directora de orquesta debe contar con músicos de similar calidad, pero el resto de las compañeras de Gómez Ares no han tenido una actuación destacada, lo cual se ha traducido en tres derrotas consecutivas. Inseguridad en la portería, dudas y descoordinación en la defensa, un mediocampo que marcha a un ritmo más bajo de lo mostrado por la ex Boquense, y un par de delanteras muy aisladas y que tienen que arreglárselas, casi en soledad, para enfrentar a las defensas contrarias.

De Fernández Vial ya hablamos en forma extendida hace unas semanas en una columna anterior. En la última semana asumió como DT Luis Ceballos, uno de los símbolos de la rica historia inmortal. La mano de Ceballos se notó de manera inmediata, ya que el primer equipo femenino del Vial jugó a otro ritmo, con gran despliegue físico, con mayor velocidad y desdoblamiento en la cancha, y con un poder de finiquito aprovechando las falencias y vacíos de la defensa contrincante. Las juveniles poco a poco se han ido acoplando a la nueva realidad de ser titulares, Martina Oses se ha hecho dueña de la creación, Elisa Pérez se mueve por todo el frente de ataque, y Nicole Chávez ha asumido de gran manera su nueva labor de central. Es probable que no se repita la campaña maravillosa del 2022, pero este grupo de jugadoras, contando con el apoyo de todos los estamentos, nos puede invitar a volver a soñar. Por lo menos, yo creo firmemente en ellas.

DECEPCIONES.

Deportes Puerto Montt y O’higgins parecen ser, de buenas a primeras, las candidatas más serias a descender de categoría. Equipos que no se reforzaron, que sufrieron la salida de jugadoras líderes en sus respectivos equipos y vitales en su andamiaje, como Alexia Gallardo en las Delfinas y Thiare Parraguez en las Celestes. Y lo peor, sin un sistema de juego claro y dependiendo del error del rival o de lo que puedan hacer sus individualidades.

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En la capital de la Región de Los Lagos debe estar cundiendo una gran inquietud. La nefasta gestión dirigencial se traduce en que, tanto el primer equipo masculino como su par femenina, marchen en el mismo lugar de la tabla, penúltimos. Las Delfinas vieron partir a muchas de sus figuras, y entre las que se quedaron se puede decir que su rendimiento ha bajado en forma obstensible, como los casos de la portera Tania Ulloa, que cometió un error fatal que costó la derrota ante Iquique, o la volante Javiera Merino, de escasa claridad en la generación de juego. Solo Candy Schencke intenta revertir esta situación, pero tiende a caer en el individualismo o a chocar contra las defensas contrarias.

En el caso de O’higgins, muchos nos preguntamos que sucedería con el cuadro celeste jugando sin Titi Parraguez. La verdad es que las dirigidas por Manuel Alarcón desgraciadamente no juegan a nada, deambulando por el campo de juego, sin asociación entre sus líneas, sin ataque ni construcción de juego, con la imposibilidad de generar jugadas de riesgo. Solo Camila Vergara, volante proveniente desde Deportes Puerto Montt, intenta cambiar el rumbo desdoblándose entre contención y creación, pero nada más. Se apostó por un equipo con muchas figuras jóvenes, de la zona, pero que no tienen el peso para sobrellevar una campaña digna en la primera división. Algo similar a lo sucedido con Huachipato en el 2022.

Foto gentileza de AS Chile.

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