Columna: El Límite son los Cuartos de Final

Por: Rodrigo Molina.

Corinthians se coronó por cuarta vez como Campeona de la Copa Libertadores Femenina, tras derrotar por la cuenta mínima a quien figuraba en el papel como favorita, el Palmeiras, que pretendía renovar el título logrado en el 2022. Con el gol de Millene, a los 29’, O Timao Feminino logró revalidar la corona tras los títulos anteriormente logrados en el 2017 (en fusión con Audax), en el 2019 y en el 2021 tras derrotar en las respectivas finales a Colo-Colo, Ferroviaria de Brasil y Santa Fe de Colombia.

Fue una final jugada a gran nivel, con otro ritmo e intensidad más aceleradas que lo que uno presencia habitualmente en las canchas de nuestro país, enfatizando el tema de la técnica en velocidad en trámite continuo durante los 90 minutos, a lo cual se agrega un mayor desarrollo en la parte física, percibiendo que la preparación va más enfatizada no en cuanto al aumento de la masa muscular, sino de centrarse en la parte fibrosa de las jugadoras, lo cual facilita una mayor velocidad de movimientos y que la resistencia sea permanente durante la mayor parte del juego.

La actuación de los cuadros femeninos de Colo-Colo y Universidad de Chile fue digna y puede catalogarse de positiva ya que ambas escuadras lograron clasificar a los Cuartos de Final del certamen, pero si hacemos una comparación con las dos finalistas e, incluso, con Internacional de Porto Alegre que finalizó en cuarto lugar, el fútbol femenino chileno aún está muchos peldaños atrás con respecto a Brasil y también con respecto a Colombia, ya que Atlético Nacional exhibió superioridad en el juego a Universidad de Chile, eliminándola con claridad pese a lo estrecho del marcador, mientras que el América de Cali le jugó de igual a igual a los elencos brasileños, mostrando un fútbol agradable y de gran calidad, sumado a que contaba con seleccionadas de gran trayectoria, como por ejemplo, Catalina Usme.

Si analizamos el rendimiento exhibido tanto por Colo-Colo como por Universidad de Chile en la 15° edición de la Copa Libertadores Femenina, podemos advertir notorias diferencias.

En cuanto a las Albas, podemos desglosar que se logró plasmar, en un amplio porcentaje, la idea futbolística de Tatiele Silveira. Ante Corinthians, las colocolinas lograron pararse con personalidad y una gran disciplina táctica, cerrando los espacios a las brasileñas a través de la anticipación y una marca muy eficaz, sin embargo, un error puntual hizo que se perdiera por 0-1. El mejor partido de las albas se jugó ante las paraguayas de Libertad Limpeño, donde exhibió una superioridad táctica y futbolística muy manifiesta, con un ritmo y velocidad superior que hizo desnudar todas las falencias de las paraguayas, mientras que ante las bolivianas de Always Ready, las dirigidas por Silveira se confiaron en los primeros minutos, permitiendo dos goles en contra, pero lograron resarcirse con el correr de los minutos, imponiendo una superioridad física y táctica contra un cuadro semiprofesional donde solo un par de jugadoras destellaba sobre el resto.

Pese a caer 2-4 ante Internacional, contra las Gurias Colo-Colo no realizó un mal partido, sin embargo terminó por inclinarse ante un equipo que exhibió virtudes superiores en cuanto a lo futbolístico y, sobre todo, en cuanto a lo físico. Si uno analiza los goles, las brasileñas reaccionaban un segundo antes en cada rebote, y en aquello se debe trabajar en Chile, tanto la capacidad de rechazo como el tema de la concentración, y que esta sea permanente durante el tiempo de juego. Pese al marcador algo abultado, nos quedó la sensación que Colo-Colo, ante las de Porto Alegre, perdió por algunos detalles y no por la superioridad del rival.

Al evaluar el rendimiento de cada una de las jugadoras albas, nos quedamos con la gran actuación de la paraguaya Dahianna Bogarín como la mejor del plantel. Oscilando entre defensa y contención, Bogarín exhibió una gran capacidad de marca, manejo de los tiempos y espacios, anticipación, además de un notable remate de distancia. También agregamos como positiva la muy buena actuación de Yastin Jiménez en el mediocampo albo, con la suficiente capacidad física para desdoblarse en ofensiva, mientras que Javiera Grez mostró sus grandes dotes ofensivas, tanto en lo individual, marcando goles de gran factura, como en lo colectivo, asociándose permanentemente con sus compañeras en ataque como llevando a cabo transiciones con el mediocampo. Michelle Olivares Acevedo nos demostró que su muy buen rendimiento como lateral derecho se consolidó a nivel internacional, Paloma López e Ysaura Viso mejoraron en forma notable sus actuaciones, mientras que Yanara Aedo e Isidora Olave, si bien es cierto que no fue rimbombante, su rendimiento fue destacado en la Copa.

Sin embargo, las albas presentaron debilidades tanto en la portería como en la zona defensiva. Fernanda Ramírez venía saliendo de una lesión y llegaba al magno evento con una capacidad física y futbolística menor, lo cual se reflejó ante Corinthians cuando a un pase profundo no realizó la cobertura adecuada, lo cual incidió en el posterior cobro del penal en contra. El punto débil de la defensa colocolina fue el lateral izquierdo, donde Fernanda Hidalgo fue superada en tres de los cuatro partidos (jugó muy mal ante las bolivianas, y por su lado pasaron todos los ataques de ellas, por ejemplo). De hecho, la zaguera colombiana Corina Clavijo tenía que desdoblarse para solucionar los vacíos y yerros en la defensa colocolina. Lo alarmante fue el tema del pórtico. El nivel de Ryann Torrero no fue el esperado en este Torneo, teniendo gran responsabilidad en el penal cobrado a favor de Corinthians al llegar un segundo tarde al cruce, mientras que ante Internacional por lo menos tuvo incidencia en dos goles en contra al no reaccionar a tiempo tras el rebote correspondiente, mientras que Catalina Mellado se mostró muy nerviosa ante Always Ready, lo cual se reflejó en que estaba situada fuera de lugar en los goles bolivianos, mientras que en el achique se le notaba que llegaba a destiempo. Un tema que Tatiele ya debió haber tomado nota, ad portas de la semifinal ante la Universidad de Chile por el torneo local.

Sobre las azules, en los cuatro partidos disputados fue muy notorio que el planteamiento táctico de su DT Nicolás Bravo fue muy timorato, y aquella timidez, o más bien, enfatizar el tema defensivo en demasía, hizo que el rendimiento de las Leonas fuese muy distante a lo exhibido en el torneo nacional y a lo esperado por su hinchada. Tanto ante Universitario de Lima como ante Olimpia de Paraguay, la U obtuvo el triunfo por la ventaja mínima, pero ante rivales en el papel inferiores, se debió haber mostrado un nivel futbolístico más enfatizado en el plano ofensivo, aprovechando la superioridad del plantel de las universitarias laicas. Ante las peruanas se ganó con un rebote aprovechado por María Martínez Vecca, mientras que ante las paraguayas se repitió el sistema de juego, obteniendo el triunfo gracias a la virtud de saber jugar al contragolpe mientras que el fútbol se centraba en el cerrojo defensivo, en parar a dos líneas cerradas para restarle espacios a las Franjeadas, incluso retrocediendo a Bárbara Sánchez y a Daniela Zamora a volantear en el mediocampo y colaborar en materia defensiva.

La prueba de fuego fue ante las colombianas de Santa Fe. Bravo reiteraba el cerrojo con las dos líneas defensivas cerradas para maniatar el juego de las leonas bogotanas, las cuales aprovecharon un error en el autogol de Fernanda Pinilla (con la mano, incluso) para ponerse en ventaja. Las colombianas por lo menos gozaron de cinco ocasiones claras de gol para haber aumentado la cuenta, pero tanto la displicencia en finiquitar, un par de grandes tapadas de Natalia Campos, y la ausencia de Diana Celis, su goleadora, por lesión, le restaron la posibilidad de asegurar la clasificación. Nos daba la sensación de que las azules estaban esperando el error, y este llegó cuando un pase profundo de Daniela Zamora pilló mal parada a la última línea bogotana, y Rebeca Fernández finiquitó con clase y permitió al cuadro azul clasificar con el empate logrado.

Lamentablemente, ante Atlético Nacional, las Leonas jugaron su peor partido. Quienes no habían fallado, erraron en momentos claves (Campos tuvo responsabilidad en un gol) y, a pesar de que la Chama Sánchez logró descontar cuando finalizaba el primer tiempo, en ningún momento la U tuvo el fútbol ni las ocasiones para lograr el empate ante las verdolagas que supieron esperarlas y contenerlas con un orden táctico bien establecido. Las azules carecieron de profundidad, no encontraron la oportunidad para poder construir jugadas ofensivas en asociación, mientras que el tema físico iba a ser mella en cuanto a disminuir con el correr de los minutos.

En cuanto al rendimiento individual, podemos destacar en las azules lo mostrado por Carla Guerrero, quien ha tenido un sobresaliente año 2023, siendo una auténtica líder en defensa, con una marca y anticipación eficientes, gran rechazo y juego aéreo y notable manejo de los espacios. Sumamos también a Natalia Campos, quien tuvo destacadas actuaciones en la primera fase, siendo decisivas sus atajadas y tapadas sobre todo ante Santa Fe en el partido que le dio el pase a los Cuartos de Final. Igualmente, quien exhibió un gran rendimiento fue Daniela Zamora, cuya labor fue asombrosa en cuando a transitar entre mediocampo y ofensiva, jugando literalmente como una cuarta volante, y quien mejor ejecutó el juego en profundidad. Sorprendió gratamente el nivel de Franchesca Caniguán y de Karen Fuentes lo cual enriqueció su experiencia a nivel internacional, sin embargo, figuras como Fernández, Sánchez, Llanka Groff o Pinilla no lograron realzar sus pergaminos y mostraron un bajo nivel individual en la Copa, lo cual fue fortalecido por el planteamiento de Nicolás Bravo, centrado en el tema defensivo y que le restó capacidad a las referidas jugadoras.

Tanto a Colo-Colo como a Universidad de Chile, su experiencia en la Copa Libertadores Femenina 2023 les habrá servido como preparación para la semifinal que se viene una vez finalizados los Juegos Panamericanos de Santiago, pero para el Fútbol Femenino Chileno esta Copa se transformó en un aviso de que se deben mejorar muchas cosas en diversos aspectos, para poder, al menos, acortar distancias con las verdaderas potencias a nivel sudamericano, Brasil y Colombia.

Fotos gentileza de www.contragolpe.cl