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COLUMNAS

Columna: Más Allá de una Gran Final

Por Rodrigo Molina.

Colo-Colo se coronó como campeona de la temporada 2023 de la Primera División Femenina tras derrotar por 3-2 a Santiago Morning en la Gran Final del Torneo, en partido jugado el día sábado recién pasado en el Estadio Sausalito de Viña del Mar. Las albas, dirigidas por la DT brasileña Tatiele Silveira, lograron quedarse con su estrella número 15, escribiendo una estrofa más a su rica historia dentro de su palmarés en el balompié jugado por mujeres.

Más allá de haber presenciado una gran final, tuvimos el honor de haber visualizado en la calurosa tarde viñamarina un bello espectáculo que dignifica a nuestro querido y nunca bien ponderado fútbol femenino chileno. Tanto dentro como fuera de la cancha, el partido definitorio entre Colo-Colo y Santiago Morning fue un evento que marcó un ejemplo de todo lo que deseamos que fuese el futfem profesional en nuestro país, con muchos puntos positivos a elogiar y a desglosar en su análisis.

En primer lugar, una excelente organización por parte de la ANFP. Si bien es cierto que esta final no se jugó en Santiago, la tarea del ente que administra el fútbol profesional en nuestro país en cuanto a organizar como un gran evento un partido definitorio obtuvo una percepción positiva. Desde la presencia en un alto número tanto de Carabineros como de Guardias, brindando la suficiente seguridad para un espectáculo deportivo de alta asistencia tanto en el interior como en el exterior del recinto viñamarino, pudo lograr satisfacer ampliamente los requerimientos de un ámbito donde el fútbol chileno aún está al debe. Otro punto a considerar es la facilitación del trabajo de la prensa para la cobertura del magno compromiso, otorgando todas las facilidades y satisfaciendo los requerimientos de los diversos medios que fueron a cubrir la definición, sin hacer distinciones entre medios grandes o pequeños, independientes o pertenecientes a conglomerados informativos, con un excelente trato y dando curso en forma eficaz a su labor, desde sus acreditaciones hasta su labor tanto dentro de la cancha como en los exteriores de la misma.

Otro aspecto positivo está relacionado con el mismo Estadio Sausalito. Un recinto limpio, sin baches ni sin suciedad, poniendo énfasis en la higiene desde los baños hasta las aposentadurías. Un campo de juego bien mantenido, una sala de prensa donde se cumplían todos los requerimientos y se otorgaron todo tipo de facilidades a la labor de los periodistas que fueron a cubrir el partido, con asientos y mesas limpios y adecuados, casetas de transmisión determinadas con anterioridad para evitar confusiones y pérdidas de tiempo, hasta poder utilizar redes de Wifi para facilitar la utilización permanente de redes sociales en cuanto a la difusión de los pormenores de la final. Se comprendió, por fin, lo fundamental que tiene el trabajo de la prensa en cuanto a poder dar su granito de arena para otorgar real importancia al fútbol femenino en Chile, ya que realizando una adecuada cobertura y difusión de los torneos y sus respectivos partidos, se puede contribuir a enaltecer la actividad.

Un tercer aspecto positivo a considerar fue el comportamiento del público, el cual arribó al Sausalito en un número importante, cercano a las 9.000 espectadores. A todas luces, se mostró a los ojos del mundo lo que todos deseamos dentro del ámbito futbolístico, un espectáculo donde la familia es el eje fundamental como apoyo a los equipos, sin violencia, sin insultos ni peleas, sin rollos de papel ni fuegos artificiales, un público que expresaba su alegría con cánticos, con gritos, con abrazos, sin minimizar al rival en cuestión ni vejarlo con clasismos, misoginia ni racismos de índole alguna. Un ejemplo fue cuando salió el equipo de Santiago Morning a realizar su trabajo de precompetencia, y la hinchada de Colo-Colo aplaudió a sus contrincantes, y en ningún momento se escuchó alguna grosería de ningún tipo contra alguna jugadora de uno u otro bando. Ni siquiera, en algún momento del partido, se observó algún atisbo de ataque de la barra colocolina contra la hinchada bohemia que asistió al estadio en un número reducido, pudiendo, en las gradas, compartir de manera grata el poder observar con tranquilidad el desarrollo del encuentro.

Por último, resaltar el comportamiento de las jugadoras en el campo de juego. Este encuentro definitorio fue una fiesta del fútbol desde principio a fin, y en ningún momento se advirtió algún tipo de roce entre las futbolistas, al contrario. El partido se desarrolló dentro de un ambiente de armonía que le dio realce a esta gran final, con juego limpio, respeto a la integridad física de cada una de las protagonistas del lance, sin discusiones innecesarias ni agresiones de tipo alguno que hubiesen afectado el desarrollo y el nivel de este importante partido, donde se jugó al fútbol y cada una de las jugadoras exhibió lo mejor de su caudal futbolístico.

Todos estos aspectos encierran en su conjunto lo que deseamos para el Fútbol Femenino Chileno, un espectáculo de calidad, dentro de un ambiente positivo y del constante apoyo que gira a su alrededor, beneficiado por una administración que debe realizar una organización adecuada a la importancia de sus eventos, y que, por consiguiente, debe considerar a la actividad como un eje fundamental dentro del desarrollo del fútbol chileno, beneficiando a este al deporte como un derecho para las mujeres que lo practican y para todas y todos aquellos que entregan su apoyo cada fin de semana.

EL PARTIDO.

Desde el primer minuto de juego, Colo-Colo salió al campo con la idea de hacerse dueña de las acciones del partido. Tatiele Silveira, la DT brasileña de las albas, proponía el mismo sistema de juego que le ha brindado éxitos en la temporada 2023 (4-3-3), mientras que Paula Navarro, la DT bohemia, pondría en el campo de juego un sistema con tres defensoras centrales (Galaz, Pérez, Hernández) para tratar de controlar al tridente de ataque colocolino (Olave, Viso, Grez), más dos laterales (Soruco, Muñoz) que, en comunión con las volantes externas (Figueroa, Sousa), intentasen bloquear a las generadoras de fútbol albas (Aedo, López). El objetivo de Navarro sería neutralizar todo intento ofensivo albo cerrándole los espacios a través de una marcación en zona, y aprovechar la velocidad de sus delanteras (Navarrete, Valencia) para causar algún tipo de daño a la última línea colocolina.

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Ante esto, Silveira optó por hacer retroceder unos metros tanto a Isidora Olave como a Javiera Grez y darle más libertad de movimientos a Yastin Jiménez, quien comenzó a hacerse de la posesión del balón y a facilitar la transición entre mediocampo y ofensiva. Fue así que las albas se procuraron en los primeros 15’ a lo menos 5 llegadas a la portería defendida por Jael Benítez, siendo las más claras un cabezazo de Bogarín a los 10’ que pasó pegado al palo izquierdo, y un remate franco de Aedo a los 12’ que salvó Benítez, y en la insistencia desvió Grez en forma increíble. A los 16’ vendría la primera polémica del compromiso al anularse un gol a Ysaura Viso, quien aprovechó un pase profundo para derrotar a Benítez con un remate al segundo palo, pero el gol fue anulado por una posición de adelanto que, desde nuestra posición, no advertimos con claridad.

Ante este cerrojo que proponía Santiago Morning, Colo-Colo comenzó a jugar a ras de piso y realizar triangulaciones para vulnerar la cerrada marca de las bohemias. Jiménez, con el correr de los minutos, adquiría mayor protagonismo en el partido, y fue así que se abrió la cuenta a los 25’. Triangulación perfecta entre Yastin, Olave y Viso, pase perfecto para Jiménez que con un remate cruzado abría el marcador pese al achique de Benítez y el desesperado cierre de las defensas. 1-0 para Colo-Colo.

Las albas bajaban un cambio en su ataque constante ante la portería contraria, mientras que el Morning se acercaba tímidamente a la portería defendida por Ryann Torrero, más por alardes individuales que por acciones colectivas. Justamente, a los 30’, una proyección de Bárbara Muñoz (a mi juicio, la mejor jugadora bohemia el sábado pasado) culmina en un pase a espaldas de la defensa alba para Mary Valencia, la cual es derribada por Torrero, cobrando inmediatamente penal el juez Francisco Gilabert. Un tema muy recurrente en el irregular desempeño de la portera alba en esta temporada 2023, Torrero intercala grandes atajadas con yerros provocados por sus problemas de timing, lo cual se traduce en que en algunas ocasiones llega un segundo tarde a la disputa del balón, lo cual ha involucrado el cobro de penales o goles en contra. A los 32’ ejecuta el penal Valentina Navarrete, logrando la paridad para Santiago Morning. El partido cae en un letargo hasta llegar al pitazo final poniendo término al primer tiempo.

El inicio del segundo tiempo correspondía con la idea de la DT Silveira de hacerse rápido de la posesión del balón y realizar un ataque franco para desnivelar rápidamente las acciones. Fie así que tanto Olave como Grez adelantaron sus posiciones y comenzaron a atacar constantemente por sus bandas, incluso intercambiando posiciones. Este ataque sostenido y constante acorrala al cuadro bohemio y otorgaría rápidos beneficios a las albas, las cuales aumentarían la brecha antes de los primeros 10’ del segundo lapso. A los 47’, un potente centro de Chichi Olave, traducido en un balón envenenado, es desviado por el pie derecho de Monserrat Hernández que marcaría en propia puerta, y siete minutos más tarde, a los 54’, otro centro desde la derecha que no es rechazado en forma óptima por la retaguardia autobusera, llegando el balón a Javi Grez que con un potente derechazo vulnera la resistencia de Benítez marcando el 3-1 para Colo-Colo.

Santiago Morning insinuó una reacción en busca de acortar los guarismos, sobre todo después de los ingresos de Camila Pavez y de Melissa Bustos en ofensiva, además del ingreso de Daniela Pardo para darle más equilibrio y recuperación al mediocampo. Las bohemias se hicieron de la tenencia del balón y se procuraron algunas ocasiones de gol, sobre todo a través de remates de distancia de la misma Pavez y un córner servido por Navarrete que Torrero evitó con una gran atajada que se colara en el segundo palo. Con la salida de Grez (por un golpe en la cabeza) y de Viso, Colo-Colo perdió fuelle en lo ofensivo y escogió retroceder sus líneas y esperar algún fallo en lo defensivo por parte de las dirigidas por Navarro para atacar vía contragolpe. Cuando se jugaba el primer minuto de descuento llegaría el segundo gol de Santiago Morning en los pies de Mary Valencia, que coló el balón en el segundo palo lejos del alcance de Torrero. Mary no es una delantera que destaque durante todo el lance, pero resulta decisiva cuando tiene el balón en ventaja, lo cual se demostró en esta definición siendo protagonista principal en los dos goles de las bohemias.

Párrafo aparte nos merece el arbitraje de Francisco Gilabert, que en líneas generales fue aceptable, pero que pudo echarse a perder con la gran cantidad de minutos de adición que dio una vez cumplidos los 90’ reglamentarios. 7 minutos de alargue nos pareció excesivo, pero resulta que Gilabert hizo jugar 11’ de adición en total, lo cual provocó la lógica molestia del público presente (en su mayoría albo), ya que no se justificaban por ningún motivo tal excesiva suma de minutaje. Innecesario.

En síntesis, una final jugada en un nivel futbolístico superlativo, jugado con armas nobles, limpio, entretenido, y que contribuyó a darle un marco excepcional a un gran espectáculo desarrollado en los pastos del Sausalito desde principio a fin, y que contribuye a ilusionarnos con que los grandes eventos deportivos relacionados con el balompié jugado por mujeres puede tener una presencia de público cada vez mayor y resaltar la calidad de espectáculo futbolístico que la actividad merece. Ya basta de que las instancias finales se jueguen en complejos o en canchas de entrenamiento. Esta final, además de la semifinal jugada entre Colo-Colo y la Universidad de Chile, con un récord de 20.000 personas en las gradas, pueden ser el punto de partida para que, con hechos y no con palabras fútiles ni frases sacadas de un cuento de hadas, el fútbol femenino sea un producto vendible y, más que eso, goce de las mieles de popularidad que el fútbol masculino disfruta cada fin de semana.

Foto gentileza twitter oficial @ColoColoFem

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