El último tren de Joan (por @NachoJOsorio1)

Por Ignacio Osorio

Hasta hace tan solo unos pocos años deslumbraba a propios y extraños con quien se decía era el sucesor futbolístico de jugadores como Jorge Valdivia, Matías Fernández, o hasta, en menor medida, Cristóbal Jorquera, los últimos 10s que el cuadro albo logró posicionar con éxito en su plantilla, siendo este último hace ya más de una década.

De Joan Cruz Castro no solo se decía, sino también se mostraba bastante, pues, siendo aún un jugador de 17 años recién cumplidos, recalco, recién cumplidos, ya era titular o habitué en la Selección sub 20 de la generación 2002, destacándose en partidos contra rivales de la talla del mismísimo Brasil. Después de aquello, y luego de una convulsa época post Promoción ante la Universidad de Concepción, Joan poco a poco asomó en Colo-Colo, un Colo-Colo precisamente necesitado de aquella nueva energía y desparpajo de un – según se vislumbra- todo talento como Joan, cualidades que quedaron de manifiesto en pequeñas pero suficientes dosis como para entender que, efectivamente, con trabajo tanto el Cacique como la Selección podían contar con un jugador fiable, a lo más, a mediano plazo. Pero nada de eso pasó.

Esos pequeños destellos, como fue la final de la Copa Chile ante Everton o el clásico ante Universidad Católica, hoy parecen ser más un recuerdo de imágenes y videos que circulan por redes sociales, pues el jugador, luego de su, digamos pobre y escuálido periplo por España, no ha podido reencontrarse con el fútbol, siendo a su vez uno de los primeros jugadores de su generación en pasar por este proceso que abre, también, varias preguntas, como por ejemplo: ¿Dónde están las prioridades de los futbolistas de hoy? ¿Son tan criticables y tan “malas” las decisiones de aquellos futbolistas que priorizan de pronto el dinero que lo deportivo?

En lo próximo, ciertamente pareciera ser a Joan Cruz pocos trenes le quedan para retomar el rumbo y, probablemente, Everton pareciera ser el último de ellos, pero tampoco hay que olvidar que aquellos paradigmas del fútbol antiguo, de aquel que sobrevivió aproximadamente hasta la década del 2010, hoy están obsoletos puesto que pertenecen, sin duda, a un mundo del que cada año va quedando un poco menos, donde las prioridades y sobre todo las necesidades, pasan a ser otras porque el mundo es otro.

Ojalá que, como ha pasado con algunos otros casos de nuestro fútbol, este no sea el último tren de Joan Cruz y que, de una buena vez por todas, logre dar aquel salto en su carrera.