Next Gen: Thiago Motta, el otro joven técnico que llama la atención del fútbol europeo (por @NachoJOsorio1)

Por Ignacio Osorio

Next Gen ha sido el término acuñado principalmente por periodistas y comunicadores europeos y latinos, la mayoría de ellos jóvenes y que hacen de las redes sociales una de sus más fuertes herramientas para llegar a la audiencia. El término en sí hace alusión a aquellos jóvenes jugadores que aparecen en los distintos países, futbolistas a los cuales, muchas veces, se les tilda como los sucesores – independiente del país de origen-, de lo que hicieron hasta hace pocos años Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.

Pero en este artículo hablaremos de un Next Gen distinto, uno un poco más grande y que ya hizo su trayectoria dentro de la cancha, siendo parte importante de clubes como el F.C. Barcelona, Inter de Milán y Paris Saint Germain, el exseleccionado italiano de origen brasileño, Thiago Motta.

Autor de un Bologna que hace muchos años no marcaba la pauta como lo está haciendo en esta Serie A 23/24, el italo-brasileño de 42 años ha sido la gran revelación de la Primera División italiana, siendo elegido como el mejor técnico de la temporada por su irrupción en Bologna, etapa rossoblu que tuvo dos etapas previas, una en Genoa y otra en Spezia, clubes en los que forjó, afinó y consolidó su estilo de dirección técnica que lo tiene, junto a su equipo, asegurando puestos de participación europea, ya sea en Champions, competición a la que actualmente está clasificando, o bien a Europa League, torneo al que aspiraría como mínimo. Esto es todo un logro, si consideramos que hasta hace algunos pocos años, el Bologna estaba en Serie B y se había convertido, en su etapa anterior en la Serie A, en un cuadro más acostumbrado a pelear y evitar precisamente el descenso que competir contra los más grandes por representar a Italia por canchas europeas.

A la conquista de Italia y Europa… de la mano de su pizarra

Como se mencionó, el Bologna era un equipo más acostumbrado a evitar el descenso y la mediocridad e intrascendencia de la mitad de tabla que pelear por competiciones europeas, pero esto ha ido cambiando gracias a la pizarra de Motta, que en sus equipos quiere el balón y no renuncia a un ataque que se ejecuta a partir de esa premisa de unión y sacrificio por el compañero. Con jugadores que ejemplifican la implicación y la creencia en esa idea de juego, recuperando perfiles denostados en otras realidades competitivas (caso notable el de Joshua Zirkzee), Motta ha armado un equipo que bebe de ese sentimiento de grupo y de colectividad.

Thiago Motta cree firmemente en que si bien el posicionamiento táctico de un -sus- equipo(s) debe ser firme y clara, también es de la posición de que dentro de ese funcionamiento y las tareas que este conlleva, los jugadores deben tener espacio para ser libres, decidir e inventar, lo que vuelve a esos esquemas y objetivos tácticos en impredecibles y los potencia.

En lo estrictamente táctico, por lo general, sus equipos forman con un 1-4-3-2 en fase ofensiva, o bien un 1-7-2 en fase defensiva, todo esto con la misión de ser equipos cuya presión sea sin vacilaciones y la búsqueda de espacios y líneas de pases permitan, rápidamente, avanzar al equipo como un conjunto y, una vez recuperado el balón, lanzarse sin compasión en búsqueda del arco rival. Según el propio Motta, esto es algo que aprendió estudiando los planteamientos tácticos de Bielsa y Guardiola, con quien comparte ciertos lineamientos base gracias a su estadía, formación y periplo profesional en el FC Barcelona, equipo en el que incluso ya ha sonado como sucesor de su excompañero, Xavi Hernández.

Devuelta a la gloria

El progreso del Bologna de Motta ha sido tal que, a falta de 15 puntos por disputarse, ha logrado consagrar la posición del exequipo de Gary Medel para ser uno de los equipos que represente al fútbol italiano en las competiciones europeas, volviendo a tener la posibilidad que el club del sur de Italia dispute un título continental, de esos que ya sabe conquistar al ser acreedor de una Copa Intertoto y tres copas Mitropa, ambas descontinuadas por la UEFA pero que siguen siendo títulos válidos.

Es de esperar que Thiago Motta, quien ya ha sonado para clubes como Barcelona, Milan, Juventus e incluso el Liverpool, logre continuar y consolidar no solo un proyecto de unos pocos años, sino una continuidad institucional para un club que claramente es de los históricos del fútbol italiano.