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FÚTBOL FEMENINO

Columna: Se Puede

8.918 personas se hicieron presentes en el Estadio Monumental para presenciar el clásico femenino entre Colo-Colo y Universidad de Chile. Más allá del análisis del partido, a todas luces entretenido y bien jugado, con un buen ritmo e intensidad, además de su calidad futbolística, las opiniones fueron muy positivas, tanto en los medios de comunicación como en redes sociales, acerca del alto número de espectadores en el recinto colocolino, un gran número dentro de un deporte que aún no goza de las mieles de una alta popularidad.

Sin embargo, esta cantidad de espectadores presentes en un partido de la Primera División Femenina presentes en el clásico entre albas y azules, se contrarresta con la escasa cantidad de público presente en los demás partidos, el cual solo fluctuó entre los 50 y los 70 espectadores en los compromisos correspondientes tanto al Grupo A como al Grupo B.

Mientras tanto, en otros países de Sudamérica, esta cifra de asistencia de personas a los partidos de los diversos Torneos de Fútbol Femenino llega a superar, incluso, los dos dígitos. En Argentina, en la final del Torneo de Apertura entre Boca Juniors y UAI Urquiza, se llegó a un total de 28.000 espectadores, mientras que en Perú, recientemente en la Final de Ida jugada entre Alianza Lima y Universitario, la asistencia alcanzó los 29.000 espectadores. Además, hay que agregar, que ambos países se cuenta con transmisión exclusiva a través de sus propios canales de televisión, como DEPORTV en el país trasandino, y Movistar en la nación incaica.

¿Podrá alguna vez el Fútbol Femenino Chileno alcanzar aquellas cifras de asistentes a un partido, ya sea en fase regular o en instancias finales? Bien es sabido que el balompié jugado por mujeres, que aún es semiprofesional, no es popular en nuestro país, pero la cantidad de personas que abrigó el espectáculo brindado en el Monumental el domingo pasado, puede otorgarnos una esperanza de que la presencia de público pueda ser más masiva en forma paulatina y sostenida, pero para que aquello ocurra, deben darse a la luz una serie de condicionantes que son fundamentales para poder darle una mayor jerarquía a los torneos femeninos:

1-. Gestión: El gran déficit que nos muestran los torneos de fútbol femenino en nuestro país es su, cada vez, más baja jerarquía. Torneos breves, sin ritmo de competencia, con demasiadas pausas y escasa competitiviad. En la Primera División Femenina hemos podido percibir que los tres equipos más importantes (Colo-Colo, U.de Chile, Santiago Morning) han decrecido en su calidad, se han despotenciado y han sufrido imprevistos tropiezos, mientras que en el Ascenso Femenino solo se destacan aquellos cuadros que realmente han podido potenciar a sus ramas femeninas, asumiendo un rol competitivo importante (Everton, Wanderers, Unión Española, Huachipato). La ANFP debería destinar sus mejores esfuerzos en crear y llevar a cabo Torneos realmente competitivos, largos en el tiempo, donde las futbolistas puedan jugar durante un lapso más amplio en el tiempo (ojalá durante 10 meses), con un Campeonato Oficial de dos ruedas en Primera División, y de cuatro ruedas en los cuatro grupos del Ascenso Femenino, que enfrente a las ramas femeninas todas contra todas, además de una Copa Chile Femenina que pueda ser un estímulo que potencie a los elencos más chicos de Primera y del Ascenso, favoreciendo la competitividad, el ritmo de competencia y la seriedad de un torneo que logre captar mayor atención e interés del público, superando con creces lo escasa que es su asistencia regular.

2-. Inversión: Hoy en día, es innegable que las diferentes instituciones del fútbol chileno perciben al Fútbol Femenino como un “gasto innecesario” y no como una inversión, salvo contadas excepciones. El despotenciamiento de algunos planteles es un ejemplo de que algunos clubes han preferido tomar la determinación de ahorrar sus recursos o destinar los mismos a otros rubros. Igualmente, es algo errado, a nuestro juicio, creer que la Ley de Profesionalización del Fútbol Femenino Chileno va a ser la panacea que solucione todos los problemas que acaecen en este deporte, o que va a ser el tope de cualquier intento de solución a sus necesidades. El fútbol femenino en Chile va a mejorar su calidad siempre y cuando los diversos clubes destinen fondos a la inversión, como una forma sustentable que vaya con el positivo propósito de satisfacer sus necesidades, solucionar sus problemas y mejorar sus condiciones para volverlo algo más competitivo y equitativo en el tiempo. Esto no solo se trata de hacer firmar un contrato y pagarles un sueldo a las jugadoras (en muchos casos, el sueldo mínimo), sino también preocuparse del pago oportuno de las imposiciones, mejorar sus infraestructuras deportivas, otorgar indumentaria y elementos de preparación física adecuados a su desarrollo físico, actuar en forma responsable en torno a temas referentes a su salud y estabilidad mental, entre otros tópicos. Todo aquello, en los tiempos post modernos que vivimos actualmente, es captado por seguidores o no del fútbol femenino, en cuanto a que la jugadora pueda percibir que sus derechos son respetados y, a la vez, potenciar aspectos como la motivación y el compromiso que favorezcan un desarrollo mayormente competitivo de su desempeño en el campo de juego. Igualmente, es indispensable invertir en las series menores femeninas, en condiciones adecuadas que permitan favorecer el desarrollo físico, técnico y futbolístico de nuestras nóveles futbolistas.

3-. Promoción: Quienes seguimos al Fútbol Femenino en Chile, aún no podemos creer que no exista un ente que se interese por transmitir sus partidos, llámese TNT Sports, Canal CDO o algún canal público. La promoción de los distintos torneos del fútbol femenino chileno es débil, tanto en Primera como en Ascenso. Estamos, al parecer, a años luz de que se pueda cristalizar la idea de un canal propio que transmita partidos del futfem nacional. Los diversos canales, públicos y privados, no se interesan por la cobertura de torneos cortos, con fases de breve duración y con pausas que no le otorgan continuidad en el tiempo. Tampoco el producto es atrayente si los clubes juegan en canchas o en complejos deportivos, en donde se perciban situaciones problemáticos como camarines en mal estado, ausencia de duchas, tablones con clavos sobresalidos, o equipos que ocupan una misma camiseta para distribuirlas en las tres series (adultas, sub 19 y sub 16). La promoción de un torneo femenino de fútbol va a depender tanto de la gestión que realice el ente rector del fútbol chileno en cuanto a crear torneos cada vez más atractivos y amplios en el tiempo, y que cada club pueda destinar los fondos suficientes para formar planteles más potenciados para favorecer un campeonato más competitivo y equitativo. Solo así se podrá presentar un producto que sea interesante para quienes, en el papel, puedan transmitir los diferentes partidos de los torneos femeninos de fútbol, pudiendo promocionar a este deporte a una mayor masa de personas a lo largo de todo el país.

Además, es menester que los distintos clubes femeninos profesionales tengan una mejor contacto con su comunidad, lo cual favorecerá una mayor identificación con su entorno social y familiar. Hemos de esperar que, con el tiempo, Coquimbo Unido pueda jugar sus partidos en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, inserto en medio de una zona popular, y no en el Complejo Las Rosas, inserto en una zona alejada de la ciudad, o que Deportes Antofagasta pueda volver a jugar en el Calvo y Bascuñán y dejar de trasladarse a Tocopilla. Al respecto, sería necesario que las ramas femeninas tengan contacto con los estamentos políticos y dirigenciales que puedan aportar su grano de arena a la promoción de sus actividades.

4-. Difusión: En la actualidad, el Fútbol Femenino en Chile tiene una difusión cada vez menor si lo comparamos con años anteriores. Si bien es cierto que plataformas como Facebook Live o Youtube son bien aprovechadas para la transmisión de los partidos de los torneos, no se percibe mucho interés en medios radiales y televisivos por difundir al fútbol femenino. Por ejemplo, de los 14 equipos de Primera División Femenina, por lo menos 11 transmiten sus partidos en forma frecuente, con la excepción de O’higgins, que transmite los partidos de su rama femenina cuando puede o quiere, mientras que Universidad Católica y Fernández Vial transmiten sus partidos de manera no continua. Algunos equipos, como Universidad de Concepción y Audax Italiano, aprovechan los beneficios que les da una transmisión por streaming, pero que no es totalmente asiduo en el público. En general, las transmisiones de los partidos del fútbol femenino son de muy buena calidad en cuanto a imagen, sonido, relato y comentario, y aquello es lo más rescatable de sus coberturas.

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En el Ascenso Femenino, desgraciadamente, no existe mucha difusión de sus partidos ni de sus actividades. Hay ramas femeninas que solo utilizan un Instagram para hacer una muestra somera de lo que se realiza semana a semana, e inclusive hay clubes que ni siquiera informan de nada, como por ejemplo Barnechea o Deportes Valdivia, o les basta con poner el resultado final de sus partidos a través de una imagen.

De hecho, solo Wanderers y Unión Española transmiten los partidos de sus primeros equipos femeninos de manera continua a través de sus propios canales de TV, pero solo de sus partidos jugados de local; Everton solo transmitió un partido, ante Wanderers en la segunda rueda, con excelente calidad, pero no se mostraron interesados en transmitir los demás partidos en que las viñamarinas jugaron en calidad de locatarias; La Radio Sol y Cobre, de Calama, transmite los partidos de la rama femenina de Cobreloa, mientras que el sitio Glorioso Tablón ha transmitido los dos últimos partidos que Curicó Unido Femenino ha jugado como local. Eso es poco en relación con respecto a uno o dos años atrás, donde otros equipos como San Marcos de Arica, Deportes Copiapó, Deportes La Serena, Rangers, y Huachipato realizaban transmisiones de los partidos que jugaban sus cuadros femeninos. Resulta inverosímil que, por ejemplo, en Temuco, habiendo muchas emisoras radiales y medios de comunicación, ninguno se interese por cubrir la campaña de la rama femenina de Deportes Temuco.

Sin embargo, cuando hablamos de difusión y de cobertura, no solo hablamos de la transmisión de los partidos que cada rama femenina juega los fines de semana, sino también de cada una de las actividades que realizan los equipos durante la semana, dentro y fuera de la cancha. Lo que más le interesa a la hinchada es conocer a las futbolistas que conforman su plantel, quienes son, como se llaman, en qué puesto juegan, qué opinan, cuál es su sentimiento de pertenencia con su equipo. Es por esto que difundir todo lo concerniente a la rama y sus integrantes se vuelve necesario.

Un ejemplo de una adecuada difusión de las actividades de un equipo femenino de fútbol es lo que realiza Alfonso Bastías en Palestino. A Alfonso lo conocemos desde hace más de 10 años, cuando él tenía una página de Facebook llamada Fútbol Pasión Femenina, la cual informaba en forma amena, veraz y objetiva de todo el acontecer del balompié jugado por mujeres. Alfonso ha realizado en todos los lugares donde ha laborado, Fernández Vial, Santiago Morning, Palestino y el Monterrey de México, una labor muy profesional y de excelsa calidad, aprovechando todos los recursos audiovisuales y escritos que tiene a mano, realizando una gran labor en cuanto a cubrir todo lo concerniente a sus equipos. Una labor que debe ser tomada como un ejemplo y un espejo para los demás profesionales que puedan interesarse por el avatar del Fútbol Femenino Chileno.

Porque lo importante es visibilizar al Fútbol Femenino Chileno y a sus protagonistas.

www.enelcamarin.cl

Foto gentileza Twitter Colo-Colo Femenino.

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