El Futuro (By @ProfHelix24)

¿Has visto jugar a la Roja Femenina Sub 17?

Si no lo has hecho, te estás perdiendo momentos históricos e inolvidables.

Hace mucho que hemos venido hablando de que la Selección Chilena Femenina necesita un proceso de renovación en cuanto a sus figuras y a la conformación de sus oncenas, sin embargo, y a pesar de que han ido paulatinamente incorporando nuevos nombres a las convocatorias de Chile en sus partidos amistosos, José Letelier sigue confiando en sus jugadoras de siempre, por más que el juego mostrado haya rondado en torno a la irregularidad.

Entonces, el fútbol femenino chileno debe confiar en sus cimientos para poder devolver el optimismo hacia el futuro de la práctica de este deporte, en cuanto a la esperanza de la disputa de un Torneo Nacional más competitivo y equilibrado, y a poder situar a la Roja Femenina en posiciones de avanzada, cada vez más cerca de las actuales mandamases del Fútbol Femenino sudamericano, como lo son hoy en día Brasil y Colombia.

El fútbol mostrado por las dirigidas del DT Álex Castro nos alegra la vista en cuanto a deleitarnos con un juego ofensivo caracterizado por su atrevimiento constante e incisivo, mezclado con un orden y una disciplina táctica en todas sus líneas. Un amplio porcentaje de estas seleccionadas ya ha tenido minutos tanto en Primera División como en el Ascenso Femenino, y varias de ellas ya son titulares en sus elencos y han mostrado una alta performance en cuanto a su rendimiento, como por ejemplo Anaís Cifuentes, que en Colo-Colo le quitó la titularidad a Valentina Díaz en el 2021, o Catalina Figueroa, titular indiscutida en la zaga de Universidad Católica.

No deseamos ser egoístas en nuestro análisis, pero nos vamos a detener en un nombre a destacar dentro de las seleccionadas sub 17: la coquimbana Natsumy Millones, quien ya a sus 15 años nos había mostrado un sinnúmero de grandes actuaciones en el Ascenso Femenino defendiendo a las Piratas. Una futbolista dúctil que puede transitar en diferentes zonas del campo de juego, que puede partir desde la última línea hacia el ataque con un gran dominio de balón y excelente panorama de juego, que no duda en probar de distancia con un remate colmado de precisión y justeza y en búsqueda permanente de la asociación con sus compañeras para poder llevar a cabo un juego atrevido e incisivo. Natsumy es el vivo ejemplo de que también la óptica de quienes dirigen el seleccionado femenino chileno debe apuntar, igualmente, hacia el fútbol de regiones.

El futuro del fútbol femenino chileno crece en cuanto al optimismo de un mejor desarrollo, no solo viendo jugar a la Sub 17, sino también nuestros anhelos están esperanzados en lo que haga la Sub-20 más adelante. La renovación de la Roja Femenina a futuro es posible, aunque algunas y algunos se resistan a aquello.