Cómo Arabia Saudita quiere convertirse en el “nuevo gigante” del fútbol mundial

Por Ignacio Osorio

Lionel Messi, el reconocido delantero del PSG de Francia y actual Campeón del Mundo con la Selección Argentina, ha sido el centro de la polémica durante los últimos días en la capital francesa, donde hasta se ha puesto en duda su continuidad (la cual está prácticamente descartada) en tierras parisinas.

Los hechos que desencadenaron y pusieron en tela de juicio al varias veces mejor jugador del mundo tienen que ver, precisamente, con el todopoderoso país de Arabia Saudita, luego de que el astro argentino viajara sin autorización hasta tierra saudíes, lo derivó, entre otras cosas, en abucheos y ataques para el 10 trasandino. Pero ¿Qué tiene que ver esto con el plan de Arabia Saudita? ¿Cuál es su objetivo y qué papel jugaría en todo esto?

Pues, si bien el fichaje de Cristiano Ronaldo fue uno de los hechos más llamativos del verano occidental pasado en el mundo del fútbol, ambas situaciones estarían íntimamente ligadas a un plan mucho más grande por parte de los árabes.

La contratación del ex astro del Real Madrid y Manchester United por parte del Al Nassr, quien fue convertido en el jugador mejor pagado del mundo – ganando la no despreciable de 200 millones de dólares al año-, puso en marcha el plan de su contraparte, el Al Hillal, equipo que hasta hace poco era dirigido por el argentino Ramón Díaz, club que estaría en condiciones de ofrecerle a Lionel Messi algo así como 500 millones de dólares por tres años de contrato, los último en la carrera del – hasta el momento- ex jugador insigne del F.C. Barcelona.

“Con estas contrataciones, más otros movimientos, Arabia Saudita busca ponerse al centro del qué dirán del fútbol mundial, potenciar su liga y hacerla lo más atractiva posible para otro jugadores que aporten a su desarrollo”, señaló Pedro Carmona, periodista y técnico español que cubre asiduamente al fútbol árabe.

Diario Marca

Más allá de Messi y Cristiano

Pero las intenciones de expansión y desarrollo del fútbol árabe van más allá de la contratación de las dos máximas figuras del fútbol mundial durante casi veinte años.

Convertir a una nación cuya tradición futbolística es escaza, pues solo cuenta con seis participaciones en Copas del Mundo, la última en la reciente Copa del Mundo Catar 2022 donde se enfrentó, precisamente, a la Argentina de Messi, partido donde la potencia asiática complicó en demasía a la cuadra que a la postre terminaría campeona, ganando con un estrecho 2-1 en un duelo válido por el grupo C, es algo que requiere de inversión y trabajo cultural, de asentar la bandera de Arabia en los círculos más importantes del fútbol mundial.

Las intenciones, en consecuencia, van más allá de los mencionados Messi y Cristiano, o incluso de contratar a cualquier otra superestrella del fútbol, pues con la idea de superar la dependencia de petrolífera de sus magnates, quienes están buscando invertir y diversificar en distintos negocios, uno de ellos el fútbol.