Por Rodrigo Molina.
Independiente de lo que está sucediendo a posteriori de la finalización del Torneo 2023, la Segunda División Profesional tuvo en esta temporada más emoción en la parte que en la parte alta. La sólida campaña realizada por Deportes Limache, y la cantidad de puntos que la sacó de distancia a sus más inmediatos seguidores, hizo que las antenas de los hinchas y los medios de comunicación apuntasen hacia los equipos que estaban peleando por no descender de categoría. El retorno hacia el amateurismo es una auténtica pesadilla para aquellas instituciones que se cuelgan de las últimas aristas del fútbol profesional, por lo que se jugaron el todo por el todo, tanto dentro como fuera de la cancha.
Como todos los años, la Segunda División vivió las mismas pellejerías en cuanto a ser la categoría más devaluada y despreciada que hay en el balompié masculino chileno. Es cierto que se ha mejorado en lo competitivo, pero se retrocedió en lo administrativo y en las responsabilidades que involucra hacerse cargo de un club que está inserto en una divisional que no tiene el apoyo de las grandes empresas, ni reciben auspicios ni dineros de la televisión, además del consabido signo de no tener representatividad ni voto ni voz en el Consejo de Presidentes, el cual decide sus destinos cada año. Navegar en medio del desfalco y del despilfarro es una realidad que las sociedades anónimas no están dispuestas a transar, ya que los gastos en traslados, alojamientos, indumentaria y sueldos son cada vez más onerosos, por lo cual las necesidades y carencias aumentan y mantenerse en la categoría sin problema alguno es casi imposible.
Pese a que la Segunda División camina en medio de un territorio de nadie, los jugadores de cada una de las instituciones siguen esforzándose cada fin de semana por mejorar sus condiciones, dar lo mejor de si en favor de su club para que éste logre cumplir el objetivo de obtener el único ascenso a la B o poder permanecer en esta categoría que vive el surrealismo del desprecio, de la ignominia y de la ausencia de empatía por parte de quienes dirigen a nuestro fútbol profesional. Esa resiliencia le permite a los protagonistas del torneo poder soportar las vicisitudes y carencias de un campeonato que necesita una reingeniería, con los cambios necesarios para poder otorgarle un bienestar en los clubes participantes y, a la vez, favorecer la prosecución de un torneo más competitivo.
Quienes formamos parte de EEC, hemos elogiado durante nuestros 14 años de existencia a las figuras más destacadas de cada una de las divisiones del fútbol chileno y, por supuesto, no dejamos de lado a nuestra querida y nunca bien ponderada Segunda División Profesional.
MEJOR EQUIPO: DEPORTES LIMACHE.
El Campeón de la categoría fue un equipo que le sacó mucha distancia al resto de los competidores, no solo en lo deportivo sino también en lo institucional, donde se trabajó de manera seria en cuanto a sacar adelante un proyecto sólido. En el ámbito futbolístico se caracterizó como un equipo que ensalzó lo colectivo por sobre lo individual, logrando ensamblar una oncena donde no destacaba uno por sobre el resto, sino que el conjunto laburaba, en forma mancomunada, por sacar adelante cada partido y obtener los tres puntos.
Los tomateros ganaron 18 partidos en 26 jugados, empataron 7 y solo perdieron un partido en toda la temporada, en los descuentos ante Lautaro de Buin, en Quillota. Fueron el equipo más goleador, con 45 anotaciones, y fue el equipo menos batido, con 18 goles en contra. Campaña casi perfecta.
MEJOR DIRECTOR TÉCNICO: VÍCTOR RIVERO (DEPORTES LIMACHE).
Un técnico que este año hizo gala de su gran capacidad. Logró cuajar un plantel donde la esencia estuvo en el equilibrio y en la colectividad por sobre el individualismo. Con una columna vertebral bien afiatada, Campestrini en el arco, Brito en defensa, Manzo en mediocampo y Popín Castro en ofensiva, Rivero logró que alrededor de ella girasen jugadores satélites con gran sentido del juego en conjunto, con transiciones constantes, comunicación permanente entre sus líneas, despliegue continuo favorecido con una adecuada preparación física para soportar un juego de roce durante los 90 minutos, y una fortaleza mental que asocia entre la identificación con el club y el compromiso con un ideal futbolístico cimentado en el ascenso de categoría.
MEJOR JUGADOR 2023: NERY VELOSO (FERNÁNDEZ VIAL).
Determinante, fundamental en la campaña del Almirante en este 2023. Nery realizó la mejor actuación dentro de su carrera histórica como portero, decisivo para mantener su valla invicta durante más de 11 partidos, disputando los 26 lances del campeonato como tutular y solo recibiendo 19 goles en contra, con actuaciones inolvidables como las que realizó en Los Ángeles ante Iberia, en Osorno ante Provincial o ante General Velásquez en San Vicente de Tagua Tagua. Tapando penales, solucionando yerros de su defensa o realizando atajadas portentosas, Veloso marcó una distancia con el resto de los jugadores de la división en cuanto a lo decisivo de sus actuaciones y a la permanencia de su gran nivel, fecha tras fecha.
MEJOR JUGADOR EXTRANJERO: DIEGO BIELKIEWICZ (PROVINCIAL OSORNO).
El notable rendimiento del Polaco en Provincial Osorno durante la campaña 2023 tiene signos de revancha. Después de actuaciones para el olvido en Magallanes y en Rangers, y algo más destacado en Deportes Iquique, Bielkiewicz arribó a los Toros con la misión de ser decisivo frente a las porterías rivales, y lo logró con creces, marcando 15 goles en 23 partidos jugados. La virtud de Diego es que, prácticamente, jugó solo en ofensiva, ya que no contó con un compañero de ataque idóneo para su rendimiento, pero aún así se las pudo arreglar para vulnerar a las porterías y defensas rivales.
JUGADOR REVELACIÓN: CRISTÓBAL DÍAZ (IBERIA).
Pese a que su equipo descendió de categoría, por malos manejos administrativos más que por rendimiento en cancha, Cristóbal Díaz se destacó por ser un jugador de gran rendimiento y personalidad dentro del campo de juego. Con un fútbol ofensivo que podía desenvolverse de manera positiva tanto en el mediocampo como en la delantera, Díaz se destacó por la potencia y efectividad de su remate, sus transiciones y desdobles por las bandas y por enlazar de manera adecuada el ataque desde tres cuartos de cancha. Sus 8 goles marcados y el haber jugado 25 de los 26 partidos son una muestra de lo detallado anteriormente en un jugador que augura un gran futuro.
ONCE IDEAL SEGUNDA DIVISIÓN PROFESIONAL 2023.
Foto de portada, gentileza de Facebook oficial Deportes Limache.