Columna: La Chispa que Mató el Asado

Por Rodrigo Molina.

La fiesta estaba preparada. Más de 2.500 hinchas de Lota Schwager repletaban los buses para viajar, cientos de kilómetros, con rumbo a la ciudad de Talagante. Solo un triunfo los separaba de aquella gloria que estaba esquiva desde hace un par de lustros. Aquel minero esforzado viajaba confiado en un grupo de jugadores que, a sus nóveles años, habían tenido el peso de una campaña al borde del heroísmo. Solo quedaba dar un último paso, antes de encender el carbón y preparar el asado…, pero no contaban que un par de chispas iban a arruinar el festejo, a sepultar el ascenso a la Tercera A y a mandar al tacho de la basura la fe y la esperanza de hombres y mujeres de esfuerzo y sacrificio.

Lota Schwager tenía que solo vencer a Provincial Talagante para alcanzar la gloria, por cualquier marcador, sin importar lo que sucediese en Nueva Imperial o en Constitución. El partido comenzaría con 10 minutos de retraso porque surgía un ingrediente extra, el homenaje al jugador más importante en la historia del cuadro talagantino que jugaba su último compromiso vistiendo la casaquilla bruja debido al maldito límite de edad impuesto por Tercera División. Se despedía Eduardo Peñailillo, el “Chispa”, quien en aquel instante tal vez no sabía que se convertiría más tarde en el protagonista de la jornada.

El partido entre brujos y lotinos comenzaría a las 17:10. A esa hora ya estaba jugando Imperial Unido vs Naval, y ya Constitución, con gol de Diego Luna, le estaba ganando 1-0 a Gol y Gol, pero al hincha carbonífero le importaba un comino lo que sucedía en otras canchas, quería vivir su fiesta, y que sus jugadores hicieran realidad su ilusión.

Sin embargo, transcurriría un primer tiempo tenso, angustiante, cargado de nervios, con un cuadro lotino apretado y sin ideas en el campo de juego, enfrentándose a un Talagante bien ordenado en sus líneas y sin perder de vista a Johan Munives, el goleador carbonífero, al cual el DT Esteban Pino le impuso una marca personal, enviando al central Paolo Flores a no cederle ningún centímetro. En los primeros 30’, salvo un disparo de distancia de Fabio Sanguinetti, los dirigidos por el DT Renato Ramos no tendrían ningún asomo de claridad como para armar una jugada que derrumbase el buen armado talagantino. Y lo que es peor, en Lota comenzaba a cundir los nervios y la tensión, y los jugadores comenzaban a cometer errores y a desconcentarse. Los laterales Nicolás Fuentes y Carlos González no realizaban adecuados desbordes, Byron Delgado estaba desaparecido, Pablo Chandía se quería jugar la personal y chocaba contra el muro rojo, Darwin Manríquez no acertaba con los centros, y el que no debía fallar, Munives, frente a la portería de Cristóbal Huerta, iba a pifiar el balón cuando estaba solo y en inmejorable posición para abrir la cuenta.

A los 44’ llegaría la apertura de la cuenta, tras una clara mano de Fuentes en el área lotina, el juez del encuentro, Braulio Sánchez, de mediocre cometido, sanciona el lanzamiento penal el cual es ejecutado con clase por Peñailillo abriendo la cuenta para Talagante. El problema surge cuando, en los descuentos, hay una clara mano de Valenzuela en el área talagantina, el cual no es sancionado por el árbitro Sánchez. Obviamente que el rumbo del partido hubiese sido distinto si se hubiese sancionado el penal como corresponde y Lota hubiese logrado el empate.

Era lógico que Renato Ramos tenia que reaccionar, y lo hizo enviando a Nicolás Contreras y a Frank Silva al campo de juego, con la intención de recuperar el control del mediocampo. Fue así que, a los 61’, una jugada individual del “Nico” provocó que un defensa de los Brujos lo tomara de la camiseta, con lo cual se cobraría la pena máxima, transformada en gol por Munives. Lota llegaría al empate y tendría más de media hora para dar vuelta el partido y, por consiguiente, obtener el tan ansiado ascenso (A esa hora Imperial se ponía arriba 2-1 sobre naval y Constitución goleaba a Gol y Gol). Sin embargo, salvo un intento de chilena de Munives, los avances ofensivos lotinos solo se traducían en inútiles centros, balones cruzados de lado a lado sin destino, e intentos de triangulación que chocaban contra la última línea talagantina.

A los 88’ se acabaría toda ilusión carbonífera. Un balón que recupera Peñailillo quien desborda por el lateral izquierdo, cede para Marco Almonacid (un muy buen jugador, ojo con él) quien da un pase precioso que deja destapado a Damián Soto que define como los grandes ante el desesperado achique de Víctor Fuentealba.

El pitazo final de Sánchez marcaba, redundante, el fin de la ilusión del ascenso lotino y de los sueños y esperanzas de su hinchada. Los rostros curtidos por el sol de seguidoras y seguidores incondicionales de la Lamparita estaban denostando un silencio atroz, una tristeza infinita, una amargura asfixiante. Rostros bajos, ojos llorosos, algunas y algunos tapando sus caras con sus manos, otros, los menos, evidenciando su molestia con Ramos o con el cuarteto arbitral, responsabilizándolos de la inclemente derrota. El carbón no iba a prenderse, y la carne para el asado y el festejo iba a guardarse para una próxima oportunidad, que no se sabe cuando ocurrirá.

Ahora, ¿cuáles fueron las razones de esta farra de Lota Schwager?

En primer lugar, la gran responsabilidad de esto es del DT Renato Ramos. Un partido decisivo no puede ser tan mal planteado. Una final debe jugarse para ganarla, no para especular. Es inentendible como Ramos, en el primer tiempo, salió a esperar a Talagante, cederle el balón y esperar jugar al contragolpe, y recién comenzar a atacar después de los 30’, pero sin una idea de juego clara. Tampoco es entendible que no fuera desde el inicio del cotejo con sus mejores hombres, dejando a Silva y a Contreras en el banco, cuando su presencia desde el comienzo del cotejo le hubiese permitido a Lota hacerse del control de las acciones y haber coadyuvado a la posesión del balón. Los cambios fueron mal realizados, Franco Palma es un delantero hábil e interesante que nunca gozó de la confianza de la banca técnica, y su presencia era necesaria en el segundo lapso cuando había que atacar, más encima cuando Chandía sale lesionado (insisto, el cambio era Contreras por Delgado). El chico Laurie debió haber entrado antes, cuando debía sumar otras alternativas en ofensiva, pero sacó a Sanguinetti quien era el mejor jugador lotino o quien manejaba el balón con mayor claridad cuando había que reemplazar derechamente a un defensa. En mi opinión, Ramos no supo jugar esta liguilla, y perdió muchos puntos debido a su inexperiencia en el manejo de los partidos. Ramos no tuvo ni la experiencia ni la jerarquía tanto de John Bustamante y de Rubén Martínez, quienes sí consiguieron ascender con Imperial Unido y con Constitución Unido, respectivamente.

En segundo lugar, la mala preparación física previa antes del partido. No puedes reventar a los jugadores haciendo piques en repetición y ejercicios tan intensos en la etapa precompetitiva antes de un partido, sobre todo si la temperatura es alta. Los jugadores lotinos, a los 60’ estaban reventados, y eso se podría ejemplificar en la contractura de Chandía y en que cuatro o cinco jugadores estaban acalambrados. Munives, Manríquez y los dos laterales, cuando transcurrían 80’, no podían dar un paso más.

En tercer lugar, ¿los futbolistas lotinos estaban preparados mentalmente para jugar este compromiso que los hubiera llevado a ascender de categoría? Durante los 90’ se les vio totalmente tensos, nerviosos, ahogados y, por ende, desconcentrados, cometiendo errores constantes durante el mismo. Cobraba importancia que, previo a esta definición, el primer equipo lotino hubiese tenido una adecuada preparación psicológica para enfrentar un partido definitorio y frente a una hinchada numerosa que los estaba alentando permanentemente. Quienes vistieron la casaquilla del Carbón este sábado no estaban preparados mental y psicológicamente para jugar este partido con mentalidad ganadora. No se si Lota cuenta con un psicólogo deportivo, pero es algo que Jairo Castro, la dirigencia y el cuerpo técnico debieron haber previsto con anterioridad.

Pero hay que ser justos en el análisis. Lota Schwager no perdió la posibilidad de ascender en la calurosa tarde en el Lucas Pacheco. La perdió en Paine empatando con Tricolor, la perdió en El Alto cuando Imperial le ganó en los descuentos, la perdió en Coronel cuando el mismo Talagante le empató en tiempo agregado y, sobre todo, la perdió en la derrota como local ante Constitución 2-3, cuando tenía el partido casi en el bolsillo con dos goles de ventaja.

Algunos dicen que “hay que esperar lo que diga ANFA en cuanto a aumentar los cupos de ascensos”. En mi opinión personal, suena como el último estertor de un ahogado, como el último ruego de un moribundo, y dudo que en Sazié estén pensando en aumentar aquellos cupos. Tal vez se dé, tal vez no. Todo es posible en el fútbol de Chile.

Por último, unas palabras para referirnos a Eduardo Peñailillo. Un CRACK, un jugador desequilibrante, un líder positivo, un hombre con carácter fuerte y mucha incidencia por sobre sus compañeros. Lo de ayer en la tarde fue un corolario inolvidable para el futbolista más importante en la historia de Provincial Talagante, y su legado será inolvidable para la tienda bruja. Sus goles y asistencias no solo sirvieron para, como se dice vulgarmente, mearle el asado a Lota, sino que fue el producto final de un grupo de compañeros que entró con mayor motivación para jugar que su rival, y dicha motivación era dar la vida para regalarle una última alegría a su capitán y a los más de 500 “brujos lokos” que asistieron al Municipal.

FICHA TÉCNICA.

Estadio Lucas Pacheco

Asistencia: Alrededor de 3.000 personas

Árbitro: Braulio Sánchez

PROVINCIAL TALAGANTE (2): Pablo Sepúlveda; Lucas Valenzuela, Paolo Flores, David Núñez, Jean Sepúlveda; Bastián Soto, Benjamín Vidal, Tobías Córdova, Marco Almonacid; Eduardo Peñailillo, Paolo Peralta. DT. Esteban Pino.

Goles: 44’ Peñailillo (penal)

88’ Peñailillo

Cambios: 27’ Cristóbal Huerta x P. Sepúlveda

68’ Bruno Cruz x B. Soto

68’ Damián Soto x J. Sepúveda

90’+2 Yimmy Colihuinca x Peñailillo

Tarjetas Amarillas: 47’ Peralta

54’ Valenzuela

74’ Cruz

89’ Peñailillo

Tarjeta Roja: 89’ Cruz

LOTA SCHWAGER (1): Víctor Fuentealba, Nicolás Fuentes, Gianfranco Catrileo, Matías Farías, Carlos González; Byron Delgado, Fabio Sanguinetti, Pablo Chandía, Franco Palma; Johan Munives, Darwin Manríquez. DT. Renato Ramos.

Goles: 61’ Munives (penal)

Cambios: 46’ Nicolás Contreras x Palma

59’ Frank Silva x Chandía

86’ Gonzalo Laurie x Sanguinetti

Tarjetas Amarillas: 19’ Munives

77’ Catrileo

Foto portada gentileza de Facebook Deportes Lota Schwager.